sábado, 29 de mayo de 2010

No hay muchas cosas que me dejen con la boca abierta, y mucho menos un coche, pero ayer me costo cerrarla. No lo había visto nunca rodando y me impresiono. Iba junto con un Audi R8 y le superaba en belleza. Era un Nissan GT-R black edition. Si tuviese el dinero suficiente como para ir derrochándolo y quisiese un superdeportivo, este es el que me compraría; motor V6 de 3.8 litros, 485 cv, 1815 kg, 310 de velocidad autolimitada y una aceleración de 0-100 en 3,5 sg. Y todo por 91.100 euros. ¿Por que me lo compraría? Porque es espectacular, porque es la deportividad en esencia y principalmente porque cualquier palurdo con fajo disponible se compraría un Porsche, un M3 o incluso un Ferrari, pero seguro que este no ¡POR DIOS ES UN NISSAN!.
Descendiendo del mundo de los dioses, ayer toco ir a nadar un poco. Se noto el parón que llevaba encima y me costo nadar mas de lo cuenta, sobre todo mantener la técnica cuando ya iba fatigado.
1700 mts.
500cr+500palas+(25+25+50+50+75+75+100+100+75+75+50+50+25+25)lento-rapido
Esta mañana llevábamos idea de ir a Villar del Arzobispo a almorzar pero a mitad camino pensamos que mejor nos quedábamos en Casinos que las piernas no querían rodar. A la vuelta un perro de los grandecitos, que se ha plantado en mitad del camino con postura y mirada amenazante, nos ha hecho esperarnos a que llegara una grupeta a ver si así salíamos a menos bocados. Me dan pocas cosas miedo, pero cuando voy corriendo o con la bici los perros grandes me acojonan. Después, mientras David me inducia a que nos apretásemos para poner en fila a la grupeta, a reventado una rueda (a lo mejor alguien le ha castigado), nada grave, en 5 minutos solucionado y sin problemas hasta casa.
89,90 km en 3h33'19''

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