CRONICA TRIATLON ELCHE 2010

Yo con algo mas de fuerzas, ayer cuando llegue a casa solo me apetecía tumbarme, voy a soltar un ladrillazo sobre mi debut de ayer en la distancia, y es que hay muchas experiencias y sensaciones que no quiero que se olviden.
El sábado, después de dejar las bicis en los boxes y darnos una vuelta por la feria, nos quedamos a la charla técnica donde Ximo ya nos dejo claro lo que iba a ser la carrera a pie, aunque creo que se quedo hasta corto.
El "día d" empezó a las 06:30 y antes de las 8:00 ya estábamos dejando el material en los boxes. Parece una tontería pero siempre es el momento en el que mas nervioso me pongo pensando en si habré olvidado algo. Nos vamos a la playa y esperamos que nos vayan llamando para las diferentes salidas. Yo estoy tranquilo, se que ya solo queda hacer aquello para lo que he entrenado y que además me gusta. Nadie me obliga a hacer estas cosas, las hago porque disfruto y porque personalmente me aportan mucho. Dan la salida y salgo al final y por el exterior para poder nadar tranquilo sin muchos palos pero no lo consigo, las boyas casi no se ven y vamos haciendo eses por lo que te caen palos y se te suben por babor, estribor y hasta por la popa. Tampoco consigo coger un ritmo bueno de deslizamiento porque enseguida se te cruza alguien y te quita el hueco y te rompe el ritmo, así que poco a poco salgo del agua con un tiempo algo peor de lo esperado y de camino al boxes tengo que pegarle un grito a mi mujer para que me vea. En la T1 me lo tomo con mucha, mucha calma y en cuanto cojo la bici noto que mis piernas van muy cargadas. Empiezan a pasarme maquinas a toda velocidad, los del grupo 30-34 que habían salido en la siguiente tanda, pero yo trato de llevar un ritmo cómodo para no pagarlo demasiado en la media maraton. Me doy cuenta que voy muy atrancado y creo que ya es demasiado tarde. Aprovecho y me como todo lo que me van dando y alguna cosa de las que llevo yo, en total en la bici me como tras barritas de chocolate, una de almendras y un trozo de concentrado de higo y nueces. Voy mas o menos bien hasta el ultimo tramo de 20 kilómetros donde el aire entra de cara y cuesta una eternidad pedalear, por lo menos a mi porque siguen pasandome algunos a una velocidad que no comprendo como han tardado tanto en cogerme y me pongo a pensar en la poquísima gente a la que yo he pasado. Creía que llevaba la bici algo mejor pero me da la sensación que cada vez ando peor, así que este verano voy a tener que hacer kilometros para aburrir.
Llego a boxes y ¡joder! mi bici es casi la única que falta. Salgo a correr con ritmo conservador y llego a las escaleras que subo andando, a correr y de nuevo andar en los últimos 100 metros de la cuesta de hormigón. Cuando llego al primer avituallamiento veo lo que mas necesitaba ¡un WC!, me estaba meando desde hacia bastante rato y estuve a punto de parar en algún árbol cuando iba en la bici. Ahora mas descargado aprovecho la bajada para soltar las piernas y en boxes veo a Patri y a Raquel que me animan. Me noto mas o menos fresco cuando me pasa David pero le digo que vaya a su ritmo que yo llevo el mio, y enfilo la carretera que nos va a llevar hasta la zona de la playa. El calor comienza a ser insoportable, de hecho habían parcheado no hace mucho algún trozo con asfalto y cuando pasabas por encima podías sentir el calor y el olor que desprendían. Me cruzo con Rober que ya volvía de la zona de la playa, y lo veo muy tocado.
-Voy muy mal-me dice, y le digo que ya lo tenemos y que poco a poco.
Nos metemos por una zona de tierra pero justo antes me encuentro con una jueza en uno de los puntos de control.
-O te abrochas o te saco tarjeta amarilla. Yo no lo entiendo pero la amenaza es lo suficientemente intimidatoria como para no replicar y obedecer.
Salimos de nuevo a la carretera y en el siguiente avituallamiento me toca andar porque quiero tomarme un vaso de Coca-cola. A los pocos metros vuelvo a andar porque hemos llegado a los famosos 300 metros de arena de playa que hice andando en las dos vueltas, la segunda con David de charreta.
Cuando empieza la segunda vuelta meto la idea en mi cabeza de que es la segunda parte de la carrera y que cada metro que haga ya solo resta distancia. Antes de encarar las escaleras me cruzo con Rober, que va aun peor a pesar de ser bajada.
- ¡Vale!, que ya vamos restando.
Sigo corriendo, llego al avituallamiento del bosque de la playa y en uno de los puntos de control me gritan:
-¿Eduardo? ¿Eduardo Russu? Soy Riki, Riki Rally.
Me alegro de haberlo visto y me da ánimos justo en el momento en que empezaba a ir bastante cruzado y le choco la mano cuando paso por su lado. Quería pararme pero no estaba muy seguro si luego podría volver a arrancar. Cuando llego al avituallamiento veo a Rober y a David que van caminando y me uno a David. Le hago correr un poco mas hasta la zona de arena donde la hacemos caminando. Me dice que tire, pero quedan dos kilómetros y le digo que de eso nada que queda muy poco y que esto lo hemos entrenado juntos y lo acabamos juntos. La verdad es que un par de minutos arriba o abajo no llevan a ningún sitio y que hay momentos mas importantes. Así, los dos juntos, encaramos el paseo hasta la meta y entramos, yo con un tiempo final de 6h02'27''. Nos saluda Ximo, conmigo ya llevaba mas de dos horas dando felicitaciones, y casi sin asimilar lo que acababa de hacer estoy tomándome una cervecita y un plato de paella.
He disfrutado como nunca, he sufrido como nunca hasta el momento y me siento genial y con ganas de mas, como dice mi amigo José Ramón "después de haber cruzado la línea que separa el mundo de gente normal y gente que no tiene bastante"
Hay que felicitar a la organizacion del triatlón, todo perfecto, especialmente los avituallamientos. Este va a ser uno de mis tris fijos.