El lunes cuando llegué por la noche de currar tenía un mensaje para acompañarme en la salida en bici del día siguiente, de lujo, así no voy solo. Puestos en faena decidimos subir a Gátova, aunque yo sabía que me iba a arrepentir porque voy muy mal en cuanto la carretera se pone un poco para arriba. Como me pasa últimamente, y eso que habíamos salido a las 9:30 horas, nos encontramos con muy pocos ciclistas y llevamos un buen ritmo hasta Olocau donde nos pasa un tri del CEA Betéra a ritmo de exhibición, eso es lo que suele pasar cuando vas acompañado de una ciclista, que baja el ritmo a las 200 metros de pasarnos cuando empieza el puerto. Lo llevamos todo el rato a tiro y empezamos a recortarle distancia porque el ritmo que llevabamos era bastante aceptable y entonces es cuando se me ocurre abrir la bocaza: "Bea, mira éste, tanto numerito y al final lo vamos a pasar", pues no, en todo caso lo hubiese pasado ella si lo hubiese intentado pero yo a las 2 minutos me quedé sin fuerza y me toco ponerlo todo para ir subiendo, la próxima vez tendré la boquita cerrada. En Gátova Coca-Cola rapidita y la bajada tranquila, buscando como los surfistas la ola-trazada perfecta y después ritmo fuerte de vuelta con un aire de cara bastante duro.
Al final 3h35', descanso de 15 minutos incluído y 85 kilómetros con un puerto de 15 kilómetros.
PD: El año que viene tengo que ser un escalador aceptable cueste lo que cueste.
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