Disfrutando con una rubia espectacular, no hay nada como una Carlsberg bien fría, es el momento de reflexionar sobre la primera semana de entrenamientos para el Ironman. Se que mi plan es muy exigente y que tiene una carga de sesiones muy alta, y que tal vez sea demasiado para mí, pero quiere sentir la exigencia de un Ironman, lo que cuesta conseguirlo, el sacrificio...y es que creo que en un Ironman más que la prueba en sí, lo duro es el entrenamiento. Y es que lo que me apetece y como disfruto últimamente es entrenando. Y ya sabía que era realmente duro cuando tome la decisión. Y tal vez por eso la tome.
El caso es que he acabado esta primera semana de duro entrenamiento muy contento. Me siento bien, no me noto cansado, he cumplido con casi todo el plan y tengo hoy más ilusión y más ganas que el lunes pasado. Pero esto va a ser largo. Y duro. Y llegaran los momentos de bajón que espero que me sirvan para hacerme más fuerte mentalmente. Y los superaré.
Con la bici de hoy he cerrado una semana que en cifras ha quedado así:
- 3 sesiones de natación con 220' y 7,6 km.
- 3 sesiones de carrera; 160' y 29 km.
-3 sesiones de bici con 475' y 187 km
Total 14,25 horas de entrenamiento
Hoy he salido a rodar con dos amigos; Kyoku y el plato pequeño
64,04 km en 2h33'42'' y 1304 calorías consumidas
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